domingo, 12 de junio de 2011

La doctora Cuddy no continuará en House


Lisa Edelstein ha comunicado oficialmente que no regresará a la pequeña pantalla, al menos por ahora. La carismática doctora Cuddy de la serie estadounidense House ha decidido no prolongar el contrato que le unía a la cadena de televisión FOX. En un breve comunicado la actriz norteamericana ha manifestado que se encuentra "decepcionada" por dejar atrás a un personaje que interpreta desde hace siete años. Sin embargo,reconoce que es "una excelente oportunidad para probar otras cosas" en el mundo de la televisión.

Los recortes aplicados en esta octava temporada parece que han sido el detonante para que Lisa Edelstein haya decidido no continuar. Asimismo, la incertidumbre respecto a la continuidad del doctor House (Hugh Laurie) puede haber ayudado a la actriz a tomar la decisión.

El británico Hugh Laurie ya anunció en una entrevista radiofónica que quería "disponer de tiempo para estar con su familia en Inglaterra" y, quizá, la desvinculación de la serie sería el único modo de poder llevar a cabo su deseo. Ahora le toca mover pieza a FOX.

domingo, 5 de junio de 2011

Cuando los productores destrozan una serie

Está comprobado que en el mundo de la televisión aunque la serie que realices tenga un perfecto y depurado guión, si los mandamases dicen que eso no les gusta y quieren que eso se haga de una determinada manera se va a acabar haciendo y, en muchas ocasiones, con resultados desastrosos. Es el caso de Twin Peaks, la producción que ABC emitió en dos temporadas los años 1990 y 1991. David Lynch, el guionista de tan afamada obra, realizó uno de los trabajos más impecables en cuanto a guión que se han podido hacer en la historia con una trama de suspense y misterio por descubrir quién mató a una joven de un pueblo del noreste de Washington.

El guión era un engranaje perfecto hasta que entró en escena la cadena ABC, que obligó a Lynch a desvelar quién era el asesino de Laura Palmer en el capítulo 14 de la segunda temporada (teniendo ésta un total de 22 episodios). Sin embargo, el guionista de Montana no se rindió y, pese a que la audiencia bajó estrepitosamente tras descubrirse el misterio (muy inteligente por parte de los señores productores), él dio fin a la serie con uno de los episodios más complejos e increíbles que he visto nunca.

Con tan sólo 30 capítulos a sus espaldas, Twin Peaks consiguió un importante número de seguidores que permitieron la producción de una película (Twin Peaks: Fire Walk With Me)y la redacción de tres libros (The Autobiography of F.B.I. Special Agent Dale Cooper: My life, My tapes; The Secret Diary of Laura Palmer y Twin Peaks: An Access Guide to the Town), amén de ser galardonada con el Globo de Oro a la mejor serie dramática. Esto habla muy bien de lo que fue una serie muy bien llevada pero que se quedó a medio camino de la excelencia por la incompetencia de una cadena.

jueves, 2 de junio de 2011

Ni el dibujo ni el ordenador: la plastilina

En la década de los noventa, cuando la animación pareció reinventarse gracias a los ordenadores, muchos productores decidieron innovar y probar cosas que antes no se habían hecho. Con la plastilina daban forma a unos personajes llenos de energía y transformaban un juguete de niños en maravillosas obras de arte. Mr. Bogus es el claro ejemplo de la plastilina hecha dibujos animados. Mediante la técnica del stop-motion, es decir, fotografiar en infinidad de ocasiones a los personajes en cada movimiento que hagan y después pasar esas fotografías rápidamente en la pantalla, provocaban en el espectador el asombro y hacía recordar a estos el inicio de los dibujos animados y las películas de animación.

Mr. Sugus era un ser amarillo que apenas hablaba y que siempre iba sin camiseta pero con unos pantalones azules, vamos, al estilo Hulk pero sin ese torso tan tonificado. Las aventuras de éste siempre discurrían en la cocina de un hogar con objetos comunes, es decir, el productor se podía sacar la historia de la chistera con una cuchara y un tenedor. Pero bien, este no es el tema. Lo realmente impactante era que Peter Keefe (productor y guionista de la serie) supo intercalar perfectamente el género de la animación por ordenador y la técnica del stop-motion, pues en todos los capítulos hacía malabares con las dos disciplinas. La única pega es que el tiempo en el que muestra al personaje con la técnica de la plastilina no excedía de medio minuto, a muchos se nos hacía corto. Para muestra, un botón: